Como todo buen mexicano, lo primero que me vino a la mente al enterarme que la FIFA podría sancionar a México durante el pasado mundial (Brasil) por los gritos "homofobos" al portero rival fué: Vayan y ching....n a su p..ta madre ¬ ¬.
La gente en los estadios respondió de igual manera y hasta acabaron gritando más fuerte. Ahí quedó todo en aquella ocasión... no pasó nada.
Durante este año ya han aplicado dos multas económicas y hay advertencias indirectas de partidos vetados haciendo que se juegen a puerta cerrada. Inclusive se prevee la posibilidad de que México no pueda asistir al mundial de 2018 en caso de calificar.
Ahora bien... esto es correcto?... la FIFA exagera?.... no hay tal homofobia en el grito???. Creo que esto es tema interesante pues si nos ponemos un poco autocríticos, con la mente abierta y analizando realmente el qué y el cómo de la palabra utilizada, encontraremos que posiblemente haya que dejar de usarla no porque lo diga la FIFA sino porque su uso simplemente es inadecuado.
Habra quien diga: "Quien chingados es usted, para decirme qué palabras pueden salir o no de mi puto hocico???". Hoy como ayer lo único que puede moderar nuestro lenguaje son las buenas maneras y la educación que nos dieron desde chiquitos.... uno en su trabajo no va mentandole la madre a todo mundo a pleno pulmón... bueno, sí... pero siempre entra un grado de complicidad para con quienes se usan estas palabras. Tampoco uno no va hablandole con groserías a sus hijos... bueno, sí... y aquí es donde entran en escena los valores propios de cada persona. Alguien con un chingo de dinero puede ser igual o peor de mal hablado que alguien de barrio.
Harían falta muchísimas palabras para contrastar la cultura (y la incultura) en el uso de las palabras mal sonantes. Lo que sí que es verdad es que el mexicano las emplea tanto, tan seguido, todos los días, y a veces hasta en cada chingada frase, que al final estas palabras acaban desvirtuandose y pasan de ser una palabrota (la que sea) que cuando la decíamos de niños nuestros padres nos daban con el cinturón, a ser palabras de uso tan común que cuando alguien externo nos dice "Oigame cabrón... usted no puede emplear esa palabra en el estadio porque según el diccionario hace alusión a la gente homosexual" pues... nos ofendemos, por decirlo así.
Intentaré ser lo más conciso posible y dar mi sentencia/opinión final al respecto.
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